lunes, 13 de agosto de 2012

La escritura carolina

Categoría: Artículos

The Carolingian Minuscule [History of latin writing]

La Minuscule Caroline [Histoire de l'écriture latin]


Tras unos días de vacaciones, retomamos con mayores energías el proyecto Conscriptio y para ello vamos a poner un artículo más dentro del ciclo de artículos sobre la historia de la escritura latina, en este caso trataremos la escritura carolina, una etapa de suma importancia para entender nuestro mundo actual ya que no sólo fue el modelo de la actual escritura humanística, sino que también fue en la que se conservó gran parte del legado grecorromano dentro de lo que se conoce como Renacimiento Carolingio.

Temas a tratar:
  1. Una escritura para la construcción cultural de un imperio.
  2. La escritura carolina en la Península Ibérica.
  3. Bibliografía.

1.- Una escritura para la construcción cultural y administrativa de un imperio.

Tras la caída de la estructura unitaria del Imperio Romano, la cultura se trasladó a los territorios del norte donde se situaba su frontera debido al declive general del mundo mediterráneo. En ese nuevo ambiente surge la llamada renovación carolingia y la cultura apoyada por un poder político fuerte como el de Carlomagno se expande y se unifica al máximo.

Para alcanzar ambos objetivos, un imperio fuerte y un auge cultural, la escritura necesitaba un tipo uniforme, algo que no se había logrado desde la caída de Roma, que fue seguida de unos siglos de atomización escrituraria. La escritura carolina nació como el resto de las escrituras del particularismo gráfico, a partir de la iniciativa de alguno de los pequeños centros que mantenían necesidades escriturarias ya sea una pequeña cancillería real o un scriptorium monacal, sin conocer exactamente sus orígenes podemos afirmar que fue fruto de un largo proceso de revisión en torno al siglo VIII que parte de diferentes monasterios situados entre el Rin y el Loira apoyado por una administración central interesada, que culminó con el nacimiento de la escritura carolina, nombre inexacto ya que en su aparición nada tiene que ver la figura del célebre emperador Carlomagno, por ello algunos autores la prefieren llamar minúscula desarrollada o evolucionada.

Imagen carente de derechos de autor extraida de Wikimedia Commons
Folio de la biblia vulgata de Alcuino, uno de los mejores ejemplos del Renacimiento Carolingio (840)

Muchos paleógrafos han tratado de buscar los orígenes exactos de la escritura carolina pero esto es algo realmente imposible ante la falta de evidencias del periodo de transición entre las minúsculas antiguas usadas entre los siglos V-VI y la escritura carolina canonizada. La teoría de la poligénesis de Batelli es la más plausible, lejos de las teorías nacionalistas del siglo XIX que pretendían señalar un único punto como centro de orígen de la escritura dependiendo de donde era el autor de tales afirmaciones, señalándose como posibles puntos de partida Aquisgrán (Hessel, Steinacker y Lauer), Tours (Deslide) o Roma. Según Cencetti más que ante una creación estamos ante un retorno a la antigüedad extendido en una basta zona europea.

La carolina se expandió rápidamente por los territorios situados entre el Rin y el Loira, donde los centros culturales más la demandaban. En otros territorios imperiales como las regiones helvéticas, germánicas y norte italianas; la sustitución fue más gradual y favorecida por el poder central o iniciativas individuales. Y podemos afirmar que sobrevivió con amplitud al imperio que le dio su nombre, convirtiéndose en el estándar de casi todo el occidente cristiano, alcanzando incluso las zonas más aisladas como Inglaterra, el sur de Italia o los reinos occidentales de la Península Ibérica.

Detalles de la carolina en un libro litúrgico conservado en la British Library

En las fuentes encontradas tenemos grandes problemas de datación sobretodo en el momento de estabilidad y canonización ya que escasos textos disponen de un colofón, por lo que los escasos que si lo contienen pueden servir como una especie de “fósiles director”. La escritura nació como libraria, para hacer a los códices legibles y universales, por tanto las primeras fuentes de carolina están en este soporte, son códices generalmente de tipo litúrgico, procedentes de un scriptoria monacal y que tienen una gran calidad. Pero también se acabó adoptando en los documentos, más lentamente en los documentos públicos de las diferentes cancillerías desarrollando un aspecto característico conocido como “minúscula diplomática”, y más rápidamente en los documentos privados debido a que la mayoría procedían de los clérigos copistas.

Privilegio del emperador Otón I, ejemplo de una minúscula diplomática con trazos cancillerescos

Dentro de las características gráficas, es el primer desarrollo sistemático de la minúscula cuyo resultado es una escritura fácilmente legible, con formas redondeadas, equilibradas, adaptadas a los movimientos de la mano y un ductus lento y meditado con numerosos trazos para unas letras que se dibujan generalmente separadas entre sí y no tienen contraste alguno. Los caracteres morfológicos son muy parecidos a los de nuestra minúscula actual a excepción de algunas particularidades (b, e, f y s con diferente trazada; s alta; d uncial; t con astil corto por encima del travesaño…) y algunas letras como la e cedillada o la doble i con signo diacrítico. Existen escasos enlaces y nexos derivados de las formas cursivas (ct, st, et, nt, rt) pero trazados caligráficamente, algunos de estos tuvieron una alargada vida como el nexo et que ha llegado a nuestros días con la siguiente forma &. Dentro de las abreviaturas destaca la línea o pequeña rayita que puede significar contracción o suspensión, y tiene diferente significado según su forma o con que letra vaya. También se utiliza como abreviatura las letras sobrepuestas.

By Jpemery (Own work) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons
Caracteres de la escritura carolina

La escritura se mantuvo uniforme hasta el siglo XI, pero la aparición de unas nuevas plumas cortadas a bisel en el Norte de Francia provocó que mientras en Italia se mantenían las formas curvas y redondeadas tradicionales, cuanto más al norte fuéremos estas se iban convirtiendo en más angulares y estrechas. En el siglo XII se fue arrinconando a favor de la escritura gótica, hasta que desapareció en el siglo XIII, las razón principal, analizada con más detenimiento en el capítulo de las escrituras góticas, fue la evolución de la sociedad feudal y un correspondiente crecimiento de la demanda escrituraria, imposible de satisfacer con una escritura menos ágil como era la carolina.

Sin embargo, la escritura carolina ha influido enormemente en la creación de nuestra escritura actual, la humanística. Eso se debe a que sus creadores, los humanistas, tomaron como modelo una carolina que confundieron con una letra procedente de la antiguedad que tanto admiraban, esto se debe a que la mayor parte de los textos clásicos que sobrevivieron en el occidente cristiano, se conservaron gracias a su copia en esta escritura en el mencionado renacimiento carolingio. A pesar de esta confusión, la carolina fue un modelo perfecto para obtener una letra que evitase los problemas de la gótica.


2.- La escritura carolina en la Península Ibérica

Como ciertamente hemos indicado, a pesar de que parte la Península Ibérica constituía lo que se conoce como cristiandad occidental, fue un territorio excluido de esa construcción política conocida como Imperio Carolingio. Esto supone que la introducción de la carolina va ser más pausada y además con diferentes ritmos dependiendo de los diferentes ámbitos políticos que se construyeron en el proceso de la reconquista.

El primer territorio de la Península Ibérica en donde se introdujo la escritura carolina fue la Marca Hispánica, lógicamente este proceso va relacionado con la actuación de Carlomagno en el nororiente peninsular para la creación de una frontera militar contra el avance de Al-Andalus, siguiendo el modelo utilizado dentro del imperio, dividió los territorios en pequeños condados con una relativa autonomía supervisada por agentes imperiales, tal construcción administrativa supuso que dichos condados debían adoptar la escritura oficial del poder central, es decir, la carolina, pero también fue decisiva la dependencia eclesiástica de varias sedes catalanas con el obispado de Narbona, mucho más duradera en el tiempo que la influencia política. Dichos territorios fueron los únicos de la península en los que se utilizó una carolina pura ya que por las causas atribuidas llegó a finales del siglo VIII, especialmente en los núcleos de poder ya que en las áreas rurales hubo una cierta resistencia a la introducción de la carolina y hasta el siglo XI no podemos hablar de un apogeo de esta escritura.

Gregorio VII
En los restantes territorios cristianos de la Península Ibérica, la escritura carolina no va llegar hasta los siglos XI y XII, la que los contemporaneos llamaban escritura gálica, francigena o cathalana, conscientes de su carácter de escritura de importación en oposición a la escritura anterior, la que ellos llamaban gótica y que nosotros erróneamente calificamos como visigótica. En la introducción de la escritura carolina existen diversos factores como la Reforma Gregoriana, esto significó un cambio de rito con la consecuente llegada de libros foráneos, una reforma monástica, y un mayor contacto con el poder papal y una cancillería pontificia que utilizaba la minúscula diplomática; otro factor fue la llegada de los borgoñones a la corte real castellanoleonesa y portuguesa, junto a diferentes personajes que organizaron las primeras cancillerías regias; finalmente otra vía de introducción de influencias foráneas fue el Camino de Santiago y las colonizaciones francas.

Al igual que en el caso de la Marca Hispánica, la transición fue un proceso progresivo, la teoría de que el uso de la visigótica fue prohibido en los concilios de Burgos en 1080 y de León en 1090 es insostenible, y además la carolina ya no llegó en estado puro sino que ya mostraba influencias góticas como el uso de una pluma biselada con su característico contraste y angulamiento de los trazos, los encabalgamientos de curvas contrapuestas, la "s" final de doble curva, la "d" uncial..., por tanto, los especialistas la denominan carolina gotizada o gotizante.

Cabe destacar que la carolina no llego simultaneamente a los diferentes reinos cristianos, mientras que para Castilla y León tenemos constancia de su llegada en el siglo XI, en Portugal sólo es reconocible una visigótica de transición que a comienzos del siglo XII se puede denominar carolina, y en Aragón y Navarra, a pesar de su mayor cercanía con el ámbito francés, no se impuso esta escritura hasta las cancillerías de Alfonso II y de Sancho el Sabio respectivamente, dos reinados situados en la segunda mitad del siglo XII.


Documento de abdicación de Petronila en su hijo Alfonso II de Aragón, ejemplo de una carolina gotizada

Para saber más recomendamos tanto la lectura de la bibliografía destacada como la visita de las siguientes páginas web:

3.- Bibliografía.
  • ALTURO I PERUCHO,  Jesús, "Escritura visigótica y escritura carolina en el contexto cultural de la Cataluña del siglo IX", Memoria Ecclesiae, 2, pp. 33-44
  • ALTURO I PERUCHO, Jesús, y MUNDÓ MARCET, Anscari Manuel, "La escritura de transición de la visigótica a la carolina en la Cataluña del siglo IX", en Actes du VIII Colloque de Paléographie Latine (Madrid - Toledo, 1987), Joyas Bibliográficas, Madrid, 1990, pp. 131-138.
  • ARNALL I JUAN, María Josepa, “La escritura carolina”, en RIESCO TERRERO, Ángel (dir.) Introducción a la paleografía y diplomática general, Síntesis, Madrid, 1999, pp. 89-110.
  • AZEVEDO SANTOS, Maria José, Da Visigótica à carolina, a escrita em Portugal de 882 a 1172: aspectos técnicos e culturais, Fundação Calouste Gulbekian e Junta Nacional de Investigação científica e tecnológica, Lisboa, 1994.
  • AZEVEDO SANTOS, Maria José, “L'écriture caroline au Portugal: une écriture d'importation”, en KRESTEN, Otto, y LACKNER, Franz (eds.), Régionalisme Et Internationalisme: Problèmes de Paléographie et de Codicologie Au Moyen Âge. Actes Du Xve Colloque Du Comité International de Paléographie Latine, Österreichische Akademie der Wissenschaften, Viena, 2008, pp. 81-86.
  • BALAGUER SÁNCHEZ, Federico, "La introducción de la letra carolina en el priorato de San Pedro el Viejo", en V.V.A.A., Homenaje al profesor emérito Antonio Ubieto Arteta, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 1989, pp. 87-96. 
  • BISCHOFF, Bernhard, "Die karolingische Minuskel", en Karl der Grosse : Werk und Wirkung (expos.), Aix-la-Chapelle, 1965, pp. 207-210.
  • BLASCO MARTÍNEZ, Rosa María, "La escritura de la zona norte peninsular en los siglos XI y XII", Estudis Castellonencs, 6, 1994-1995, pp. 213-223.
  • BOÜARD, Alain de, "La question des origines de la minuscule caroline", Paleographia latina, 4, 1925, pp. 71-82.
  • CALLEJA PUERTA, Miguel, “De la visigótica a la carolina en los documentos del archivo de San Vicente de Oviedo. La escritura de Dominicus y Pelagius”, en FERNÁNDEZ FLOREZ, José Antonio, y SERNA SERNA, Sonia (coords.), Paleografía I: La escritura en España hasta 1250, Universidad de Burgos, Burgos, 2008, pp. 189-200.
  • CAMINO MARTÍNEZ, María del Carmen, “La escritura carolina en la Península Ibérica”, en FERNÁNDEZ FLOREZ, José Antonio, y SERNA SERNA, Sonia (coords.), Paleografía I: La escritura en España hasta 1250, Universidad de Burgos, Burgos, 2008, pp. 141-160.
  • GANZ, David, "The preconditions for caroline minuscule", Viator, 18, 1987, pp. 23-44.
  • GANZ, David, "The study of caroline minsucule", Archiv für Diplomatik, 50, 2004, pp. 387-398.
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  • HIGOUNET, Charles, "La création de l'écriture caroline, problème de paléographie et de civilisation", Les cahiers d'Estienne, 23, 1957, pp. 81-85.
  • HUBERT, Marie-Clotilde, "La minuscule caroline: réforme, rupture ou aboutissement?", Tribune internationale des langues vivantes, 21, 1977, pp. 25-28.
  • MARQUES, José, "Caminhos da escrita no Noroeste de Portugal, na Idade Média. Alguns aspectos", Revista da Faculdade de Letras de la Universidade do Porto: Ciências e técnicas do Patrimonio, I Série, V-VI, pp. 291-322.
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  • PEETERS, Félix, "La question des origines de la minuscules caroline. A propos d'un livre récent", Revue belge de philologie et d'histoire, 10, 1931, pp. 1289-1305. 
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  • PRATESI, Alessandro, "Le ambizioni di una cultura unitaria: la riforma della scrittura", en Nascita dell’Europa ed Europa carolingia : un’equazione da verificare (19-25 aprile 1979), Centro italiano di studi sull’alto Medioevo, Spoleto, 1981, pp. 507-523.
  • RUIZ ASENCIO, José Manuel, "Cronología de la desaparición de la escritura visigótica en los documentos de León y Castilla", en FERNÁNDEZ FLOREZ, José Antonio, y SERNA SERNA, Sonia (coords.), Paleografía I: La escritura en España hasta 1250, Universidad de Burgos, Burgos, 2008, pp. 93-117.
  • SCHIAPARELLI, Luigi, Influenze straniere nella scrittura italiana dei secoli VIII e IX: note paleografiche, Biblioteca Apostolica Vaticana, Roma, 1927.
  • SERNA SERNA, Sonia, "La desaparición de la escritura visigótica y la introducción de la escritura carolina en el archivo de la Catedral de Burgos (1050-1150)", en FERNÁNDEZ FLOREZ, José Antonio, y SERNA SERNA, Sonia (coords.), Paleografía I: La escritura en España hasta 1250, Universidad de Burgos, Burgos, 2008, pp. 201-212.
  • SUPINO MARTINI, Paola, "Carolina romana e minuscola romanesca: appunti per una storia della scrittura latina in Roma tra IX e XII secolo", Studi medievali, 3, 15, 1974, pp. 769-793.
       

      3 comentarios:

      1. Megaartículo, interesantísimo. Veo que la vuelta al blog esta que saca humo. Felicidades desde Bibliotypes.
        Marcos Welbi

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      2. Muchas gracias por el cumplido, tras unas merecidas vacaciones esperamos que este blog vuelva a funcionar para así poder mantener a un público que como vemos sigue siendo fiel. Un saludo.

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      3. Gracias por el valioso aporte que nos da luz a los que sabemos poco, un gran saludo.

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